martes, 2 de marzo de 2010

Alvaro Múnera "El pilarico"


De pronto se acerca en su silla de ruedas, en un momento inesperado aparece como de la nada. Con mucha seguridad y confianza llega con su silla al salón de clases y en medio de las múltiples sensaciones que causa su presencia entra.

Sin importar la condición en la que se encuentra, no hay impedimento alguno para dejar de sentir la seguridad y confianza que este hombre transmite, las marcas que los años han dejado en su rostro se convierten en un sinónimo de fuerza y valentía para todos los que estamos allí observándolo. Es innegable que él es un hombre lleno de audacia.

El pilarico, el hombre que conoció el triunfo y la derrota, el que ahora dedica su vida a ayudar a todos los desvalidos y desprotegidos sociales. Él es el hombre que con su vida ha llenado de admiración y fuerza a miles de personas.

Inicio su vida siguiendo los pasos de su padre, las pasiones y sobretodo el amor por los toros, el más importante legado que pilarico recibe de su papá.
Lleno de sueños como cualquier otro niño y conducido por los pasos agigantados de su padre, a sus 7 años pilarico ya sentía en su sangre el bullicio de la plaza de toros y el anhelo de tener en sus manos aquella bandera roja que le permitiera correr en las plazas y sobretodo ganar el premio mayor.

No paso mucho tiempo cuando este inminente deseo se hizo latente, empezó a asistir a las plazas, pero ahora no sería solo a observar, quería ser el protagonista de la corrida.

Rápidamente con el furor y la emoción de los sueños, llegó a ser un gran novillero, con solo 18 años triunfa como nunca antes se había visto en la reconocida plaza la Macarena de Medellín. Inicia su gira por España y su corazón no deja de acelerarse con el paso del tiempo, la adrenalina lo invade con más furor en cada corrida, pero de pronto…

Un momento Inesperado

Ahora se encuentra en medio de una de las más duras corridas a las que se ha enfrentado el Pilarico, nada puede fallar cuando el que se encuentra en la corrida es un hombre al que le hierve la sangre por dejarlo todo en el ruedo y sin dudarlo sabe que esta entregando la vida que en cualquier momento le puede ser arrebatada.

No es posible que algo le pueda fallar, a aquel hombre aguerrido y luchador nada le falla. Sin embargo lo inesperado pasó, un toro enfurecido que luchaba por su vida, le da una fuerte cornada y sin detenerse lo levanta como aquel trapo sucio que ya de nada vale.

La vida, los pocos años que ha podido disfrutar de ella, se pasan rápidamente en un segundo y parece que se desvanece a medida que el tiempo corre, entre gritos y algarabía la vida al Pilarico se le iba lentamente.

Sin embargo “Dios me dio otra oportunidad” así lo dice el Pilarico cuando recuerda esta experiencia. A pesar de que este furioso animal lo lleva postrado a una cama y le quita la fortuna de seguir caminando, la vida del famoso Pilarico aún sigue intacta.

Sin pensarlo este sería lo que cambiaría la vida de Álvaro Múnera a tan corta edad pierde la movilidad y se ve obligado a abandonar aquella pasión torera que por años se convirtió en su sueño y más grande anhelo.

Pero sin odio ni rencor a los animales el Pilarico dice sin titubear “los toros me hicieron lo que yo les hacia a ellos”

Y en medio de este crucial momento no solo había que despedirse de su profesión también se acercaba la hora de despedirse de los grandes amigos. Un toro traspasó con su cuerno el corazón del famoso “yiyo”, mejor amigo del pilarico.

Cuatro años pasaron para que el pilarico retornara a la vida que había llevado, pero ahora no sería nada fácil, tendría que permanecer en una silla de ruedas para poder hacerlo. Para esto era necesario regresar a Colombia el lugar donde todo había empezado.

Era necesario Renacer

Volver a empezar era lo único que le quedaba al Pilarico para construir la vida y los sueños que en pocos segundos se habían destruido. Ahora con el deseo incesante de ayudar a todos los que se encontraban en su posición y entendiendo más que nadie lo difícil de la limitación decide convertirse en el granito de arena que millones de inválidos esperaban en la ciudad de Medellín.

!El pilarico ya es un gran concejal¡ Después de una simple, pero sincera campaña en la que con cartas, volantes y avisos en el periódico expresaba su verdad y disposición para ayudar, obtiene la votación más alta. Porque “la clave esta en llegar a trabajar” es la justificación que el Pilarico encuentra en esta inesperada colaboración ciudadana.

Una vez en el concejo se dedica a cumplir todo lo prometido como un acto de honestidad y lealtad a todos aquellos que se encuentran en su condición. Transforma la ciudad convirtiéndola en un lugar habitable y transitable para las personas con limitaciones físicas.

Con rampas en las calles, acceso a los buses para minusválidos, parqueaderos, entre muchas cosas más, se convierte en un agente de cambio ciudadano.

Para enmendar el error.

Después de tantos años dedicados al sufrimiento y el maltrato de los animales, donde para divertir a la gente era necesario matar a uno de estos indefensos toros, llegó el momento de enmendar los errores y dejar la muerte para que la vida pueda hacer lo suyo.

No pasa mucho tiempo cuando decide entregar su vida a los movimientos antitaurinos y a la lucha por la vida animal. Una vez más desde el concejo de Medellín Álvaro Múnera prohíbe las marranadas, crea el primer albergue para animales en estado de abandono y lucha por los derechos que el hombre les ha arrebatado.

Esa sangre fría y despiadada, como muchos lo veían cada vez que salía la ruedo, se ha convertido en el motor que lo impulsa a defender la vida animal.
Sin duda alguna ahora la sensación de dolor y arrepentimiento por todo el daño causado a estos seres indefensos es inevitable para él.

Por eso va en búsqueda del nuevo sueño que el renacer trajo a su vida, trabajar por la causa animal. Y esto se hace más que evidente cuando de pronto se le escucha decir: “Mi sueño es que el ser humano deje a los animales en paz”

Afortunadamente la vida, la fuerza y la valentía no fueron perturbadas por el daño que el toro le hizo en aquella corrida inolvidable. Todo esto aún sigue intacto.

Una maravillosa familia

Pilarico se convirtió en el sinónimo de coraje para muchos. Después de tanto dolor y de aquel hecho inesperado que cambiaría su vida por siempre, jamás renuncio al derecho de compartir sus alegrías con una hermosa mujer. No se negó el derecho a amar ni a ser amado.

Conoció a Viviana la mujer con la que ahora comparte sus días. Desafortunadamente o mejor dicho para fortuna de ellos, ambos tenían problemas de fertilidad. Sin embargo este no fue impedimento para ellos, adoptaron a una hermosa niña que se convirtió en la razón más fuerte para seguir adelante. Isabel de tan solo seis años llena de alegría la vida del Pilarico como nadie más puede hacerlo.

¿Desearía Volver a caminar?

Es una de las preguntas más recurrentes a las que se enfrenta día tras día el Pilarico, pero sin dudarlo ni un solo momento y con la fuerza que lo caracteriza responde “No me pasa por la cabeza volver a caminar, uno se adapta fácilmente a la silla”

Este hombre fuerte y luchador agradece cada día poder estar vivo compartiendo junto a los seres que ama y disfrutando del privilegio de la vida.

Con el ánimo insaciable de poder ayudar a todos quienes lo necesitan, demostrando así que si se puede salir adelante aún cuando las circunstancias parecen impedirlo. Para esto es necesario volver a nacer.

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